Diferentes videoconsolas para dististintos déficits funcionales
Las videoconsolas han pasado de ser un método de ocio consideradas para los más jóvenes a ayudar en la terapia rehabilitadora de muchas enfermedades y trastornos, tanto físicos como psíquicos. En este caso será un tratamiento con la consola Wii, desarrollada por Nintendo, la que facilite el aprendizaje de técnicas de control de impulsos. El juego en cuestión se llama "Islands", y trata de que se está en una isla desierta en la cual se pasan una serie de pruebas para llegar al final. No se trata de llegar el primero, sino de hacerlo con calma. De hecho, funciona con unos biosensores que analizan las facciones del participante, e interaccionan con el personaje permitiéndole (o no) avanzar en el juego dependiendo de lo relajado o ansioso que esté, según el análisis facial, el paciente.
Otra alternativa de juego es la Xbox. se ha desarrollado un juego junto a un guante de realidad virtual que capta los movimientos de los dedos de la mano (flexión y extensión) y los utiliza para actuar en consecuencia según la actividad que se lleve a cabo.
Se crearán situaciones en diferentes contextos dependiendo del diario que haya realizado previamente el paciente, para conocer cúales son los ámbitos más frecuentes en los que se producen los hurtos, y los objetos que más frecuentemente se lleva. En el caso en el que no haya ninguno en concreto con mayor frecuencia, se elegirán al azar. Se recreará la situación de una tienda, en la que el paciente compra cualquier cosa, y se hará incapié en si siente deseo de robar alguno de los objetos. Tras esto, se realizarán sesiones de relajación para prevenir futuras realidades y que el sujeto sea consciente de su propio control y domine los impulsos que le incitan a llevar a cabo esa acción.
Aunque varios de estos juegos se han desarrollado exclusivamente para el tratamiento de trastornos del control de impulsos (como la ludopatía y la anorexia), hay que incidir en el hecho de que sirven para otras terapias, como las posteriores a un Accidente cerebrovascular (ACV), y no solo psíquica sino del mismo modo, física, junto con la supervisión de otros profesionales como fisioterapeutas.
